Tengo miedo de que sientas miedo de mi forma de ser, de mi seguridad y de mi locura.
Tengo miedo de que sueltes mi mano y me dejes ir sola.
Que tu risa nerviosa y tus miradas tímidas se conviertan en recuerdo.
Temo a no poder tomar tu mano una vez más en medio de la oscuridad.
Me da miedo no poder sentir tu respiración entrecortada, mientras me tomas de la mano en silencio nervioso.
Tengo miedo de que creas que no debemos seguir caminando por el mismo camino.
Miedo de tu miedo. Miedo de tu inseguridad y nerviosismo.
Miedo a tu paz, a tu pasividad ante la vida y ante mi.
Miedo de que creas que no deseo estar junto a ti. Eso no es cierto; adoro tu paz, adoro que seas todo lo contrario a mi.
Adoro que seas tranquilo y pausado eres mi equilibrio perfecto, entre mis gritos y pasos apresurados, eres la brisa tibia que necesita mi paso veloz en frío camino.
Eres el niño en cuerpo de hombre adulto que deseo ser algún día.
Eres el compañero perfecto para nuestras horas y horas de cine, ñoñerías y canciones melancólicas.
Eres ese personaje salido de un cuento fantástico. El mismo que me hace viajar por recovecos llenos de imaginación y aventuras.
Eres un compañero ideal. no quiero tener miedo a que dirás mañana, no deseo seguir sintiendo miedo de tu pasado, el cual no te deja vivir tu presente.
No quiero más miedo.
Quiero un cuento antes de dormir, una risa nerviosa tuya, tus caricias y tus besos de niño dulce.
Te quiero a ti.
No a mis miedos sobre tus miedos...
Para ti H.
