Merecer o no merecer. Así comienza Beatríz a analizar.
Está preocupada por su entorno. Siempre, no todo es nítido. Muchas veces se confunde y cree no saber que ocurre a su alrededor, o cree, que lo que ella piensa, quizás no sea lo acertado.
Hoy mientras pensaba en que tiene que seguir aislada del mundo, la llama un gran amigo, y se alegra al ver que hay personas, que en verdad se preocupan de otras, sin esperar algo a cambio.
Siempre cree, que es mejor dejar las cosas así y estar sola. No sabe si es porque le es más fácil, o porque en verdad rodearse de gente no le hace muy bien.
Vez que se encuentra rodeada de personas, siente que no siempre todo es real o sincero. Que la gente es maliciosa. Y prefiere vivir en su mundo lleno de lápices de colores, cortometrajes, música y de hojas blancas por cubrir.
Últimamente no sale de su casa, ya que en verdad, no le llama la atención y prefiere ver una buena película, o acostarse en su cama a oscuras escuchando música suave y relajándose, rodeada de velitas y pensamientos juguetones.
En resumen vive en un mundo no real. No se preocupa por ver noticias. Ya no le interesa visitar gente. No conversa con nadie, a excepción de su madre y su papá. Los cuales en verdad, no saben que ella está en una especie de auto aislamiento.
Sólo se preocupa de lavar sus dientes cada mañana, tomar desayuno y poner música para hacer algunas cosas en casa y luego escribir o pensar todo el día o simplemente regatear en los 180 canales del cable de los cuales son sólo 5 los que ve en verdad.
El único contacto que tiene con el exterior, es cuando toma su bicicleta en los atardeceres, y hace su recorrido habitual. El que a estas alturas, cada vez se aleja más de casa. Ya que se ha propuesto llegar cada semana más lejos, y así poder pasear todo el verano por la ciudad, sin cansarse tanto.
Ya no se preocupa por Javier. (Y Javier, no lo advierte quizás), ya que trabaja demasiado y no tiene tiempo y cuando hablan es sólo para decirse, -“Te echo de menos”- … -“Pero en verdad no tengo el tiempo suficiente para poder verte”-. Y viceversa. Aunque los dos saben, que si se lo plantean en verdad, se verían casi todos los días. Pero eso ya no ocurre y siendo sincera, ella ni se preocupa de llamar. Él es quien siempre la llama y se preocupa cuando ella desaparece, como suele hacerlo muy seguido.
Y sus amistades se preocupan un poco, pero a ella en verdad ya no le interesa cuidar alguna amistad. Sólo a los que siempre han sido fieles o los que se preocupan por saber como está y sin importar, que ella no los llame y sea una ingrata descarada.
Beatríz cree que lo que hace esta bien, ya que es la única manera de estar realmente tranquila y en paz. Al parecer, ella nació para ser más bien una persona solitaria, llena de amistades, pero amistades que ve, sólo para recordar, que aún hay un mundo fuera del mundo que ella ve y suele habitar.
Soundtrack
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