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jueves, 2 de enero de 2014

¡Alegría de Sentir!

Y cuando aclaro mis pensamientos, emociones y sensaciones la luz brilla nuevamente en mi corazón, y me nace sentir y disfrutar de todo esto, sin dolor y con alegría disfrutar lo que ocurre...
Dejar fluir, y sonreír, poder sonreír para ti, porque aun soy capaz de sentir.
Mis dudas se aclararán en el camino que quizás podría optar.
Debo dejar que todo siga su curso natural, permitirte fluir, permitirme dejar que todo sea como deba ser.  Si así es deseado, que cumpla su cometido.
Y si no es así seguir mi camino. Los colores que hay en mi, sabrán apreciar lo ocurrido haciéndome más fuerte y sabia, más feliz, y  más plena.

Con solo saber que aún soy capaz de sentir, me elevas hasta el mismo cielo. Ese cielo estrellado en el cual duermo cada noche. 




miércoles, 1 de enero de 2014

Déjame entender el idioma, de los mensajes que salen de tu boca.

He podido escribir esta historia a lo largo de mi corta vida, unas cuantas veces.
Deseando no pensar, dejar el sentir escondido en un rincón. Y es que ya no quiero volar sin alas. No quiero pensar en una ilusión, no puedo permitirte hacer esto.
La decisión había sido irrevocablemente tomada.  Pero caigo en tus brazos nuevamente.
Ya no hay más escusas para la negación. Creo que las cosas ya son así. Y hay dos caminos. Dejarme llevar y creer  que no es un espejismo que crean tus ojos al mirarte.
No puedo pensar en mi, pues me ínsitas a dejar todos mis decisiones atrás.
Sólo deseo sonreír, no deseo que esto, sea un dolor en el pecho, quiero disfrutarlo aunque sea en mi silencio.
Quiero creer que si lo llegas a hacer sea consciente, y no un oasis que sólo yo veo al fin de este camino. Un oasis turbio y desolado. De verdad deseo que el agua sea la más clara, refrescante y dulce, tal como haces que la ilusión sea.
Sólo pido que seas cauteloso, frágil y entiendas que con esto no se juega, conmigo por favor no juegues, que mi  ser está en paz, tratando de ver las cosas desde un prisma diferente y lleno de respuestas, no quiero más dudas, no quiero tener temor de dar un paso adelante, ó un paso atrás.
Sólo quiero recordar tus acciones y no tus palabras, porque a veces son dulces y hermosas, como también secas y muy desconcertantes.
No quiero que este sentir sólo sea una mala interpretación más de mi corazón. Si es así quiere decir que mi corazón aún no aprende.
Déjame respirar y luego dime que es lo que de verdad está escrito entre el viento que sale de tu boca.
Que al parecer hablamos idiomas distintos, o es que aún soy terca y no puedo comprender que es lo que haces. No contradigas lo que veo, pues esto creo ha sido mucho más sincero de lo que puedas decir.
Así poder  dejarte entrar en mí y yo poder permitirme sentir que es estar dentro de ti. Aunque sea una sola vez. Con eso bastará, con sólo un beso que detenga la maquinación de mi mente, la cual entorpece el sentir de mi corazón.

Déjate llevar. Algo bueno y maravilloso de esto creo podemos sacar, sólo muéstrate como lo hiciste ayer, ese ayer que ahora siento está aun más lejano. De lo que quisiera.










martes, 31 de diciembre de 2013

El futuro que se volvió presente, el presente volviéndose pasado, y un futuro, convirtiéndose en un gran presente.



El futuro que se volvió presente, el presente volviéndose pasado, y un futuro, convirtiéndose en un gran presente.




Así comienza esta carta a ese alguien que la pueda leer, esta carta pertenece a todo quien me ha ayudado a aprender qué necesitaba, que era lo que deseaba. A Quienes que con su actuar, su empujón, me hicieron crecer, a mí misma, a mi madre tierra, a quien en más de una ocasión, me dice directo al corazón con su lenguaje de amor universal, que es lo correcto para sentir, desear, amar, y convertir.


Creer en el otro, poder sumergirse en la mirada de un gran cualquiera en la ciudad. Sentir los cantares de la humanidad, sedienta de amor, de necesidad del otro, de dolor y de gratificación. Agradecimiento y gratitud por una simple sonrisa, un simple saludo, un simple y humilde gesto de Bondad.


Almas que deambulan en la inmensidad del camino. Luces que llegan a acompañar el largo viaje del error, aprendizaje y redención.


Luces de hermosos colores que sanan con su divinidad universal.


Regalos de seres luminosos, con sus compañeros divinos, bendecidos, capaces de hacer oír al corazón más sordo, y de hacer ver al hombre en su máxima y plena oscuridad.
Al Tiempo, al Sol, Estrellas, Luna, Agua y Tierra, Sangre, Lágrimas, Ríos, Piedras, Manos, Labios, Cabellos, Sonrisas, Sónidos, Colores, Sabores e inexplicables sensaciones que el ser pueda sentir.
Lo que nos permitamos sentir, guardar y cosechar para retribuir la bondad de vivir. De poder amar, sentir y crecer.
Gracias!
Gracias a mis maestros invisibles inpalpables, esos que sólo los puedes sentir con solo respirar profundo y dejar que el sentimiento fluya, como cual río que lava las heridas de la madre, que desbordante de amor y paciencia infinita por sus hijos, perdona cada uno de nuestros errores. Producidos por la maquina incansable de la mala razón y cordura terrenal, material. Destruyéndonos, a quien nos hace vivir. A quien nos dio a luz. A quien nos debemos, somos de ella, no ella de nosotros.
Gracias a cada oído sediento de escuchar, a cada cuerpo deseoso de un calor, a un espíritu sediento por una hermosa y simple sonrisa, envuelta en ferviente necesidad de entregar y recibir.
Sólo puedo dar las gracias, por lo hermosamente aprendido. Y a quienes hacen posible que me sienta feliz de poder dar las gracias.

Berenice Cerda Montecino.

31 de Diciembre de 2013