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jueves, 12 de enero de 2012

Ser como luces de colores...




Beatríz siempre quiso poder hablar estas cosas con algún Psicólogo o algún Psiquiatra pero no de “Doctor a Paciente” sino que de “amigo a amiga”. Y así fue como le dijo a ese conocido llamado Miguel que le tendiera una mano.

El puso toda la disposición y entablaron una larga conversación que los llevo a estar despiertos hasta las cinco de la madrugada.

Ella le preguntó muchas cosas que deseaba saber hace un largo tiempo. Cosas como “La dependencia emocional”, “El sentido de la vida”, entre otras tantas. Y también le explicó unas cuántas cosas sobre ella y el porqué de sus preguntas.

Y cuando llegó el punto más importante de la conversación, ella le habló y explicó lo que sentía en lo más profundo de su corazón. Se abrió como hace mucho tiempo no hacía, le confió sus sentimientos más guardados. Esos pensamientos y emociones que nadie más que sus hojas de blanco papel conocen.

Le contó lo que sentía con respecto a la vida, su desenamoramiento hacia ella y que creía que la vida ya no le parecía tan emocionante. Su poca motivación y lo desmotivada de encontrar nuevos sueños como para permanecer en esta.

Él le ayudó a encontrar varias respuestas, respuestas que se encontraban albergadas muy dentro de su ser.

Así es como comprendió muchísimas cosas. Como que; involucrarse con el resto del mundo, no es tan malo, y así es como ella decidió hacer algo, (que no se le habría ocurrido de no ser por Miguel).

Decidió que todo lo que escribiera, le serviría para acercarse al exterior que tanto evita. Decidió dejar parte de su vida por las calles de esa ciudad. Ciudad que ya no será tan gris, puesto que ahora realmente se preocupará de esos pequeños detalles que a ella tanto le gustan, y que había olvidado, son la excusa más que perfecta para salir a pedalear en su bicicleta. Y ponerse nuevamente de pie en el mundo. Ahora siente que hay un motivo más para salir, ya no es sólo para “despejar y expandir” su mente, sino que para ver lo que otros no ven. Ver el más allá, ver lo invisible a los ojos de cualquier humano maquinizado por el mundo.

Y cuando ella descubrió ese nuevo sueño y se vio expresando todo su sentir a este hombre, del cual muy poco conocía, pudo llorar. Fue el llanto más hermoso que hubiera sentido en estos últimos años. Fueron lágrimas de felicidad, de plenitud frente al mundo, sintió que ahora todo estaría bien y que ahora ella podrá ser parte de esas pequeñas luces de color que brillan en la ciudad, muy a pesar que pocos las adviertan. Pero que brillan cada vez con más fuerza para quien, es capaz de encontrarlas y guardarlas en su corazón.



Dedicado para Miguel.

La vida y las circunstancias nos hicieron conocidos, pero al salvarme, te has convertido en alguien muy importante. Algún día tomarás el real peso de lo que hiciste en mi y cuánto me ayudaste…

Gracias.


Soundtrack
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martes, 10 de enero de 2012

¿Será sabiduría?



Al salir a refrescar su mente Beatríz no dejó de pensar en algo… 

Se comenzó a analizar como siempre lo hace y se dijo; que no siempre todas las personas reaccionan igual. Hay personas que saben resucitar de inmediato después de una gran pérdida, y hay otras como ella, que prefieren detenerse en el camino, analizar por qué ocurrió todo lo que ocurrió y tratar de entender mejor las cosas para no cometer el mismo error. 

Recuerda que en ese momento no se sintió comprendida. Se sintió estúpida, queriendo ser como el… 

Pero así fue como Beatríz comprendió que en una de esas ella no está tan equivocada como todos creen. Y es que después de vivir muchas cosas que no todos saben, decidió que no hay que apurarse por avanzar, sino que es mejor detenerse y tratar de trabajar en solucionarlo de alguna manera y a lo que termine, seguir avanzando. Y es tan simple, que en el afán de terminar algún capítulo de la vida de manera rápida, se pierda algo muy importante, “el aprendizaje de todo lo ocurrido”. Cree que es muy fácil perder la experiencia de estas vivencias, al tratar de que no la hagan detenerse en el camino, y ella no desea esto. Al fin y al cabo no es necesario apurarse en la vida es necesario detenerse para poder asimilar lo que vives y para poder llegar al final del camino con el menor porcentaje de errores y desilusiones posibles. 



-“¿Si al final y al cabo de esto se tarta la vida no?”-. Se pregunta mientras pedalea de regreso a su casa, luego de salir a “expandir su mente”… 

-“No creo que la sabiduría llegué a mí, al tratar de avanzar veloz y sin preocuparme de estas pequeñas cosas, que creo nadie comprende”-. 

Y así recuerda lo que le dijo al “Hippie” que se le acercó hace unos días y con el cual entabló una larga conversación, mientras caminaba por la ciudad. -“Creo que la sabiduría; es saber cómo utilizar lo aprendido y la información que tenemos, no sacamos nada con tener mucha información, muchos logros, y toda la inteligencia que podamos lograr crear, si al final no la sabes utilizar, además es interesante agregar que una persona con sabiduría sabe esperar, sabe ser paciente…”-. 



Luego cree que pensar de esta manera, es creerse “sabia”. Pero recuerda que el “Hippie” Le dijo –“estás en lo cierto, a mi me pueden ver y creer que soy prácticamente un vagabundo, pero ellos no tuvieron el valor de decidir quién ser como yo lo hice, ellos nunca se han detenido en la ciudad que los aplasta y decir -“¿Sabes?, yo no me quiero dejar arrastrar por toda esta mierda”-. 

–“Eso se llama sabiduría niña y es algo que tu, muy a pesar de que estás recién recorriendo el mundo ya estás comprendiendo y comenzando a tener”-. 

Pero aún así, siente que debe ser más práctica y no tan sentimental para obrar en la vida. “¿Pero cómo lo puedo lograr?”-. Se pregunta… 

Es una respuesta que aún no logra responder…

Soundtrack
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