Seguidores

sábado, 3 de mayo de 2025

Trastorno Bipolar



Hace cinco años que no escribía aquí.


Ha sido todo un revoltijo de emociones, nuevas vidas, relaciones, medicamentos, terapias, días soleados, días nublados, aciertos, tragedias, alegrías, superaciones... 
Antes cuando escribía era realidad mezclada con ficción.  


Y los escritos cobraron vida.


Ya llevo años con mi diagnostico.


Trastorno Bipolar tipo I 

¡Uf! De todos los desafíos este es el más grande.
Lidiar con una patología psiquiátrica que realmente me mantiene al borde de todo.


Hipomanias, episodios maniacodepresivos, depresión mayor, ideas suicidas, intentos suicidas, ¡Euforia!... siii Amada EUFORIA. Lástima que ya no es tan seguido.


Y aquí vamos de nuevo. 
El lunes estuve en urgencias en el Horwits. (Hospital Psiquiatrico). 

Me quieren dar nuevos medicamentos. Han sido  meses y años en encontrar la farmacoterapia adecuada para mi. 

Ahora quieren probar con Clozapina.

Tomo demasiados...

Respiridona, Lamotrigina, Venlafaxina, Anfebutamona, Clonazepam... 

También quieren darme Litio. Medicamento que hemos evitado... 
Y Aripripasol.

Ya estoy perita en farmacología psiquiátrica. Antipsicoticos, estabilizadores del ánimo, antidepresivos, estimulantes, benzodiacepinas...


La semana antepasada en estado depresivo mayor soñaba que me iba a la mierda, compraba ene coca y me la tiraba toda... ¡Sobredosis! Pero era un sueño en medio de la ideación suicida no más.  


Igual me dan ganas de arrancarme y dejar todo tirado. 

Ya estoy super agotada mentalmente. Física también, mucho trabajo en la clínica. Los turnos de noche son agotadores.

Y si no debo seguir haciendo esos turnos. Mi psiquiatra la Amable y amorosa Dra Lobos siempre me lo dice. Pero hay que darle. Tengo a mis pequeños. Hay que darlo todo. 


Hoy ha sido un mejor día. Ya estoy sin trabajo desde el miércoles.  Igual me hacia falta descansar, preocuparme del departamento. 

Me cambie el 15 de Abril y estoy motivada, llega el solicito en las mañanas, y tengo vista hacia la cordillera. Tengo el colegio de Janis al lado. Y me encanta este barrio. Es tranquilo y cerca de todo lo que necesito, hospitales, clínicas, el Cosam dónde me atiendo, la escuelita de Neil...

Ahora solo falta un trabajo que me acomode, con mis horas necesarias de sueño y los tiempos de los niños. Ah , olvidé mencionar que Janis se fue con su papá. Chiquitita le estaban afectando mis estados anímicos... Eso me hizo muy triste,  siento que fallé cómo mamá,  Gonzalo me dice que está bien, que aproveche de descansar y de hacerme cargo sólo de Neil. Igual por una parte me aliviana la carga mental. Neil y su diagnostico de Tea es bastante absorbente.

Por suerte tengo buenas relaciones con el papá de Janis.

Es complejo todo esto,  con mi patología, mi discapacidad psíquico mental, y a la vez ser cuidadora de una personita Neurodivergente.


Pero hay que echarle ganas.  

Eso digo ahora que estoy medianamente tranquila y con ánimo...

Creo que volveré a escribir, es lo que me recomienda mi psicólogo,  además escribir ayuda mucho, ayuda a encontrar soluciones. El cerebro funciona con la escritura. 

(Se oye Lost Keys de Tool). Sí, hay cosas que no cambian.

La música sigue siendo parte de el motor de mi existir. 


Hace semanas que no tomo bien mi medicación. Hoy la retomaré antes de acostarme.

Necesito compensarse para poder rendir. 


Me cuesta mucho el hábito de medicarme. Y ya son casi 10 años desde que me diagnosticaron. Y aún me cuesta tener esa constancia. 

Por eso vivo descompensada.  

Esta vez lo haremos de manera más consciente y responsable. Mi vida depende de ello. 




Escritos,






martes, 11 de febrero de 2020

Dulce, pacífica y silenciosa muerte.

Pienso que la muerte es una parte de nuestra historia. Tenemos un destino que cumplir en esta vida. ¿Y si mi destino es morir?  Quizá mi muerte enseñe a los de mi alrededor, quizá sea inspirador. Quizá de respuestas a quienes lo necesiten. Quizá es mi recompensa por lo doloroso que han sido estos 30 años de existencia.

Nada es al azar. Y creo que esta idea es reveladora. Tal vez mañana sea mi día. Lo quiero. Ya las pastillas no hacen efecto. El psiquiatra cada vez me da más. Me ausento de mis sesiones de terapia. No puedo salir de casa ni para ver quien llama a la puerta... 

Sueño con un aborto. El mio. La sangre en mis manos y ese montón de carne que cae al desagüe. El dolor y sorpresa de que se acaba. Y de que no sabía lo que ocurría en mi hasta que murió. 

Hija te adoro.
Mamá te agradezco. 
Javier lo siento. 

El resto no existe. 


lunes, 25 de noviembre de 2019

Cuando algo te mata lentamente.

Si no soy capaz de hablar, cómo soluciono todo esto qué me tiene al borde de la muerte.
De verdad que deseo terminar con esto que no me deja dormir, ni vivir en el día. 
Escapo de esto sólo porque tengo a alguien a quién no quiero destruirle la vida. No sé quien será capaz de cuidarla de la manera en que a mi no me protegieron.

Ya no existe forma ni persona que me haga sentir mejor. Visto que yo no lo puedo hacer, he sentido el alivio en alguien, pero de verdad ya ni eso me calma. 
Entiendo ahora, porque  muchas mamás hacen dormir a sus hijitos antes de acabar con todo. Para no arruinarles la vida.

Sólo ella pequeña, indefensa e inocente me saca de esto que me angustia. Pero es por mero miedo a lo que suceda con ella. 
Si ella no estuviese, tampoco lo estaría yo. Lo puedo jugar por ella.

Qué demonios ocurre, me han arrebatado mi energía, mis ganas, la sonrisa y el aliento de mi alma. 
De verdad que ya no puedo más sólo quiero apagar mi mente y no volver más a esto. No tolero este dolor en mi garganta que no me deja respirar y dormir por las noches
¡Yo no he hecho nada malo! Y sin embargo siento que pago una pena de dolor y angustia por algo horripilante.
¿! Cuándo acabará todo esto?!
Sólo quiero dormir y no despertar más. No pensar en nada y disolver mis pensamientos cómo si fuera azúcar en el agua.
Quizá sea mañana el día en que acabe todo esto y al fin poder descansar de esta mierda que no me suelta y me arrastra a él lado más oscuro que tengo en mi.