Tercer día, 21 de mayo en la tarde.

Esa maldita sensación de que te están mintiendo, pero no sabes si es tu cabeza haciendo conjeturas. 

O es en verdad una gran mentira...

Desconfíar es un método de defensa. Pero también un arma de doble filo. Porque desconfiando es cómo se quebrantan las cosas.

Tu hermana me dijo que ella tiene tu móvil.

Qué se lo entregaste para que te cerrara las redes sociales. Y qué en la siguiente semana lo llevará en la visita.

Hay cosas que no me cuadran Cariño.

Tengo que desconfiar. Porque estoy evitando que me hagan pedazos el corazón nuevamente.

Insisto; me es muy difícil creer que eres esa alma gemela y que de verdad esté ocurriendo todo esto.

Es como una novela...

Siento que cuando salgas, y leas todo esto, vamos a terminar por completo. Por mi falta de credibilidad en ti. 

Lo siento cariño. De verdad no sé manejar esto. 

Pero a pesar de no saber manejar esto. 

Quiero hacerlo, seguir esperándote, ser fiel, y estar equilibrada, solucionando las cosas acá afuera. Para cuando vuelvas esté todo en orden y podamos seguir con nuestros planes.

Te quiero amor.

Tu novia.